El partido naranja plantea además que se lleve a cabo una campaña de limpieza exterior en las fachadas más perjudicadas por el derribo del edificio
Tras la remodelación de la plaza del Carmen, Ciudadanos Caudete ha observado que no se ha incluido ninguna plaza de aparcamiento. Esto supone un gran trastorno, pues estas son necesarias tanto para la carga y descarga en los establecimiento situados en la plaza, como son la farmacia, el bar el Morgul y el restaurante la Notaría, así como para la oficina de servicios técnicos municipales que ve limitada su accesibilidad para los vecinos que lleguen en coche. Dado que el derribo y desescombro de los edificios contiguos a la plaza del Carmen ha quedado finalizado y ha dejado un solar disponible, sería muy interesante que el ayuntamiento tuviera la iniciativa de acordar con la propiedad un convenio para que el ayuntamiento pudiera usar el solar como aparcamiento público. Sería muy beneficioso tanto para los establecimientos de la plaza como para la oficina de servicios técnicos, así como para el propio ayuntamiento el disponer de este espacio como aparcamiento. El portavoz de la formación naranja, José Vicente Alagarda, ha argumentado que “si el Consistorio llega a un acuerdo con los propietarios del terreno, solo habría que pavimentarlo y señalizarlo, suponiendo una solución muy interesante para habilitar plazas de estacionamiento en la zona”.
De hecho, Ciudadanos anima al Ayuntamiento a tomar una decisión lo antes posible para adelantarse a la época de lluvias y evitar así un barrizal que ensuciaría la zona de manera notable. La formación naranja plantea que en tanto se resuelva esta cuestión, el Ayuntamiento delimite, de manera provisional, una zona de carga y descarga para dar servicio a los comercios de la plaza. Por otro lado, Ciudadanos pide que se efectúe una campaña de limpieza exterior en las fachadas más perjudicadas por el derribo del edificio, dando así respuesta a numerosas quejas expresadas por los vecinos en los últimos días, así como que no se demore más la retirada de las vallas provisionales, que una vez terminada la reforma aún siguen en la zona delimitando la calzada y que el viento derriba con el consiguiente peligro para los vehículos que circulan por la plaza.