Artículo de opinión de Onésimo González, diputado nacional de Ciudadanos (C´s) Albacete.

 

Esta semana he tenido el honor de poder asistir en la Sala Prim del Congreso de los Diputados. Un acto de apoyo al proyecto de Ley de Amnistía, para los presos políticos en Venezuela, una ley que no pide el perdón, pues no se ha cometido delito alguno, sino justicia, para los más de 80 encarcelados y torturados, ayer por Chávez, y hoy por Maduro, privados de libertad y sometidos a inhumanas condiciones de reclusión por oponerse políticamente al régimen Bolivariano que ha arruinado el país, y disparado la escasez y generalizado la pobreza entre la población en los últimos 16 años. Y a su vez,  se niega a respetar la decisión de las urnas, que el pasado diciembre, dieron una clara victoria a la Asamblea Nacional frente al actual gobierno del Partido Socialista Unido de Venezuela.

Onésimo La conjura de la Sala Prim por la libertad

Este acto ha sido organizado por el grupo parlamentario de Ciudadanos, con Albert Rivera al frente, y ha contado con el apoyo del PP, representado por el diputado José Ramón García, y del PSOE, representado por la Diputada Carmen Chacón, el otro grupo mayoritario en el Congreso. Podemos no ha asistido, por razones obvias, al no condenar al actual gobierno represor de Nicolás Maduro, ni manifestarse a favor de los presos políticos venezolanos, en las numerosas ocasiones que ha podido hacerlo. En Venezuela sí se encarcela a la gente por sus ideas políticas. Esto no ocurre en la España democrática  (aunque desde la formación morada se reclame esta figura para terroristas condenados, como Arnaldo Otegui, otra grave ignominia hacia los casi mil asesinados por ETA y sus familias).
El acto ha contado con la presencia de activistas de los derechos y libertades en Venezuela, personas valientes y amantes de su país y de sus gentes como Lilian Tintori, esposa del líder opositor venezolano Leopoldo López, y de Mizty Capriles, esposa del alcalde de Caracas encarcelado Antonio Ledezma. Ellas nos han dado su valioso testimonio con la sobriedad, certeza y amor a golpe de fusil opresor, el objeto de sus anhelos.

Confiemos que el actual gobierno de Maduro respete cuanto antes el mandato de las urnas, deje gobernar a la Asamblea Nacional y libere a los presos políticos.
Confiemos que en España no tengamos que vernos en una situación similar en pocos años, si llegan al poder partidos populistas y rupturistas. No olvidemos que han sido y son ideólogos y colaboradores activos del actual régimen opresor venezolano.